El Consultorio jurídico llega a Marinilla

El 12 de agosto comenzó a funcionar el Consultorio jurídico rural de la Universidad de Antioquia en el municipio de Marinilla que tiene como propósito prestar asesorías jurídicas y, después de emitido un concepto y de ser necesario, realizar actividades de representación judicial. “El usuario se acerca los días programados y hace consulta general de un caso. Esa consulta no necesariamente implica que se deba llevar un proceso judicial, puede que resuelva su problema a través de una asesoría”, explica Edwin Giraldo Herrera, coordinador de los consultorios rurales.



Además de esto, el consultorio busca inicialmente agotar todas las instancias en el tema de mecanismos alternativos de resolución de conflictos. “Si llega un caso donde podemos ver que es viable una conciliación tratamos de hacer lo posible, y cuando agotados todos los mecanismos sea imposible llegar a un acuerdo, entramos a representar a un posible usuario en un eventual proceso judicial, jurisdiccional o administrativo”, continúa el coordinador. Para el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, Luquegi Gil Neira, este consultorio es de gran importancia teniendo en cuenta que Marinilla es uno de los municipios más dinámicos del Oriente antioqueño, que está relativamente cerca de Medellín y tiene una zona urbana importante, y en la zona rural se generan conflictos que requieren acompañamiento jurídico.

Daniel Argumedo, uno de los estudiantes del pregrado en Derecho que participará de este consultorio rural, menciona que esta práctica “sirve para desmitificar un poco el ejercicio del derecho en las ciudades. A veces creemos que no hay vida más allá de la ciudad y el consultorio rural te saca de esa burbuja y te muestra que hay problemáticas más serias y más llamativas en los municipios, y que en los pueblos también se puede hacer derecho”.

El Consultorio jurídico rural de Marinilla, que prestará servicio un fin de semana cada 15 días en la sede de la Alcaldía del municipio, surge por la iniciativa de dos egresados de la Facultad: Hernán Darío Jaramillo Hernández y de la entonces secretaria privada del alcalde de Marinilla, Dora Suárez, quienes de mano de la Alcaldía municipal hicieron la petición a la Universidad. “Marinilla es un municipio estratégico para que los estudiantes realicen su práctica por las problemáticas que puede haber aquí, la cercanía con Medellín, y porque es un municipio donde están todas las instituciones cerca, como juzgados de circuitos y juzgados municipales”, explica Edwin Giraldo.

La abogada egresada de la Facultad, Dora Suárez, gestora del consultorio, considera que este “es un regalo que la Universidad le hace al municipio porque uno que tuvo la posibilidad de ser parte del consultorio rural se da cuenta que los beneficiados son la población pobre y vulnerable de los municipios de los que la Universidad hace parte”.

Para Marta Oliva Botero Rojas, habitante de la comunidad, la llegada del consultorio a Marinilla es una iniciativa que impactará positivamente el municipio, pero a su vez lanza la propuesta para extenderlo más allá de la cabecera municipal. “Sé que las necesidades son muchísimas, quienes estamos todos los días en las comunidades sabemos los vacíos y las dificultades que se padecen, por eso pienso que ojalá pudiera haber un ciclo de atención en áreas rurales”. Esta propuesta, comenta Daniel Argumedo, se está evaluando por parte del grupo del trabajo conformado por estudiantes y asesores. La idea es realizar jornadas de consultorio en algunas veredas del municipio donde además de las asesorías jurídicas también se harán actividades de formación jurídico-política en temas como agua potable, minería y predios. “Uno siente que esa comunidad nos recibe con agrado, como diciendo ‘ey, los necesitábamos, gracias por estar acá’, y esa solicitud que nació de la comunidad, que fuéramos a las veredas más alejadas, es evidencia de eso”.

Actualmente se hace presencia con los consultorios jurídicos en los municipios de Titiribí, Salgar, Santa Fe de Antioquia, Sonsón, Marinilla y Riosucio - Caldas, en el resguardo indígena de San Lorenzo.